Cómo calcular tu tasa de rendimiento esperada

La tasa de rendimiento esperada es una medida de la eficiencia de tu cartera de inversiones. Representa el rendimiento medio esperado de una cartera de inversiones en base a los rendimientos esperados de las inversiones individuales que la conforman.

Calcular tu tasa de rendimiento esperada es importante porque te permite evaluar si tu cartera está generando el rendimiento esperado en función del nivel de riesgo que estás dispuesto a asumir. Si la tasa de rendimiento esperada es demasiado baja en comparación con el nivel de riesgo que estás dispuesto a asumir, es posible que debas modificar tu cartera para aumentar el rendimiento esperado.

Cómo calcular la tasa de rendimiento esperada

Para calcular la tasa de rendimiento esperada de tu cartera, debes seguir estos pasos:

1. Determinar los rendimientos esperados de cada inversión en la cartera.
2. Calcular el peso de cada inversión en la cartera, es decir, su participación de propiedad en comparación con el total de la cartera.
3. Multiplicar el rendimiento esperado de cada inversión por su peso en la cartera.
4. Sumar los resultados obtenidos en el paso anterior para obtener la tasa de rendimiento esperada de la cartera.

Aquí hay un ejemplo de cómo calcular la tasa de rendimiento esperada utilizando estos pasos:

Asumamos que tenemos una cartera compuesta por tres inversiones, A, B y C, con los siguientes rendimientos esperados y pesos:

Para calcular la tasa de rendimiento esperada de nuestra cartera, debemos seguir entonces estos pasos:

1. Multipliquemos el rendimiento esperado de cada inversión por su peso en la cartera:

• Inversión A: 10% * 0,4 = 4%
• Inversión B: 15% * 0,3 = 4,5%
• Inversión C: 20% * 0,3 = 6%

2. Sumemos los resultados obtenidos: 4% + 4,5% + 6% = 14,5%

La tasa de rendimiento esperada de nuestra cartera es entonces del 14,5%.

Consideraciones finales

Calcular tu tasa de rendimiento esperada es una forma eficaz de evaluar la eficiencia de tu cartera de inversiones y de verificar si está generando el rendimiento esperado en función del nivel de riesgo que estás dispuesto a asumir. Sin embargo, ten en cuenta que la tasa de rendimiento esperada es solo una estimación y que los rendimientos reales pueden diferir de las expectativas. Por lo tanto, es importante monitorear constantemente tu cartera y realizar las modificaciones necesarias si es necesario.